Los sistemas (o circuitos) hidráulicos consisten en un conjunto de componentes rellenos con un fluido que se encarga de transmitir la energía con gran flexibilidad y bajo condiciones controladas. Los aceites hidráulicos de estos sistemas deben tener características técnicas y un rendimiento adecuado para todo tipo de maquinaria y condiciones operativas con el fin de garantizar el buen funcionamiento del sistema y proporcionar la necesaria protección a todos los componentes lubricados para alargar su vida útil.